domingo, 16 de diciembre de 2012

Entrada del rastreador

Esta semana del día 10 al 17 de Diciembre he asumido el rol de rastreador. Me he encargado de buscar información que sirviera para la realización del trabajo, así como información adicional.

http://sociologiayredessociales.com/

En el enlace podemos ver un artículo que trata sobre la utilización de las redes sociales. Me ha parecido interesante ya que trata algunos temas que desconocía como la utilización de facebook en la campaña electoral de Obama.
En la página afirman que "en la campaña de Obama se usó ese recurso para identificar a los votantes indecisos y encontrar el mejor modo de convencerles".

Ya que en varios de los puntos que hemos estudiado en esta práctica, hemos mencionado las redes sociales, me ha parecido interesante buscar información sobre ellas. Estas son algunos de los pros y contras de la utilización de las redes sociales.

Consecuencias positivas
Está claro que las redes sociales brindan oportunidades para hacer el bien. Facilitan la comunicación y la comprensión entre las personas, permiten encontrar nuevas amistades, crear comunidades y redes; buscar información y noticias; las familias pueden estar en contacto con mayor facilidad, los investigadores y estudiantes tienen un mejor acceso a las fuentes del conocimiento, se favorece el aprendizaje y se contribuye al desarrollo social.

Estos son algunos de los puntos más relevantes:
1. Intercomunicación ágil, eficaz y gratuitaPoder estar comunicado, y además de un modo inmediato, efectivo y gratuito, no es sólo un valor añadido sino el sello de garantía definitivo para un éxito que de hecho estamos comprobando.

2. Mayor difusión de ideas y debateAhora los ciudadanos tienen a su alcance la oportunidad de asumir una participación activa generando contenidos e ideas y no sólo recibiéndolas; ahora el ciudadano puede entrar en un fructífero debate para enriquecer y dejarse enriquecer, para expresar discrepancias y para sumarse a iniciativas.

3. AmistadProlongar el encuentro de amistad real, poder recuperar amistades de la infancia y también entablar, efectivamente, nuevas relaciones. Incluso a pesar de las distancias. Aceptar un nuevo “amigo” en una red social implica estar dispuesto a compartir con él la propia vida,  lo que a su vez hace posible un mutuo conocimiento. No son pocos los casos de hombres y mujeres introvertidos que en las redes sociales han hallado un medio para salir de su ensimismamiento y poder relacionarse así con otros seres humanos a partir de múltiples afinidades.

En esta líneas, cada vez que un usuario “carga” nuevas fotografías, música, videos, etc., lo hace para que otras personas puedan verlo o leerlo y, de esa manera, poder mantenerlos al tanto de la propia vida y, a su vez, estar al tanto de la vida de los otros: de lo que hacen, les gusta y piensan. En redes sociales como Facebook, la capacidad de relacionar a las personas ha resultado su clave de éxito.
Está probado que en la red es un poco más fácil compartir dificultades, esperanzas, temores, hablar de temas de los cuales quizá daría pena cara a cara, porque se temen las reacciones inmediatas en el otro.

4. EducativoDesde el punto de vista educativo, una social network tiene mucho que ofrecer a la generación digital. Si los niños, adolescentes y jóvenes de ahora aprenden con cuñas sonoras de pocos segundos, si su atención es breve, piensan más con imágenes que con palabras y son más dados a procesar datos electrónicos, por qué no aprovechar este nuevo medio para el aprendizaje. En esta línea, las redes sociales también regalan la ocasión para conocer, valorar y aprender lo bueno que hay en otras culturas abriendo caminos para el diálogo entre personas de diferentes países y religiones: “El nuevo espacio digital, llamado ciberespacio, permite encontrarse y conocer los valores y tradiciones de otros. Sin embargo, para que esos encuentros den frutos, se requieren formas honestas y correctas de expresión, además de una escucha atenta y respetuosa. El diálogo debe estar basado en una búsqueda sincera y recíproca de la verdad, para potenciar el desarrollo en la comprensión y en la tolerancia”.

Las redes sociales dan a los enseñantes una oportunidad para continuar el contacto con los alumnos, para dialogar con ellos incluso fuera del encuentro académico propio de las instituciones escolares.

Consecuencias negativas
Un artículo publicado por el diario argentino La Nación hacía eco de un estudio de la marca Telefónica titulado “Generaciones interactivas en Iberoamérica. Niños y adolescentes ante las pantallas”, en colaboración con la universidad de Navarra. El estudio analiza los hábitos “digitales” en siete países latinoamericanos (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela). Según ese informe, el 95% de los chicos entre 10 y 18 años usa Internet –uno de los modernos medios de comunicación– de modo habitual, mientras que el 83% usa teléfono móvil y el 67% utiliza videojuegos.

La pregunta que viene casi como corolario es: ¿y qué hacen en Internet? “Sus preferencias de uso aparecen polarizadas: el 70% lo usa para comunicarse (Messenger, chat, mensajes de texto); el 59% para conocer e informarse; el 43% para compartir fotos y videos; igual cantidad para divertirse, y sólo un 6% para comprar on line”, recogía el artículo de La Nación.

Más recientemente, el diario Il Corriere della Sera (cf. 09.09.2009) recogía en un artículo los aspectos de la vida diaria que la web ha cambiado en la existencia de tantas personas, según un análisis inicialmente publicado en The Telegraph: desde objetos (álbumes fotográficos, directorios telefónicos, cartas, etc.), pasando por hábitos (ir a la tienda de discos, de compras, etc.), la manera de informarnos (reflejada en la cada vez más baja venta de periódicos impresos), hasta la privacidad (las redes sociales disponen hoy día de información sobre miles de ciudadanos proporcionada por ellos mismos).

¿Y todo eso es algo positivo o negativo? Un estudio del Instituto Vanier para la familia de Otawwa, Canadá (Good servant, Bad master: electronic media and the family), del 15 de octubre de 2007, ponía de manifiesto la aportación positiva de los medios de comunicación como fuente de educación y entretenimiento, pero también alertaba sobre las consecuencias negativas. ¿Cuáles?

1. Pornografía:
- Quien los usa más interactúa menos con la pareja, los hijos y los amigos.
- Quien los usa más tienen mayor riesgo de caer en comportamientos agresivos y desarrollo cognitivo pobre.
- Problemas de salud relacionados con los hábitos alimenticios de quien está expuesto a la publicidad de alimentos que circulan por los medios de comunicación.

Un estudio de Optenet refiere que el 35% de las páginas web existentes, al menos hasta diciembre de 2008, son pornográficas. Un artículo publicado en la versión digital de Diario Uno[52], Argentina, reportaba 95,6 millones de páginas web dedicadas a la pornografía.

Hasta antes de Internet la pornografía tenía más difícil la entrada a los hogares. Además costaba. Ahora basta una conexión a la red. En el caso concreto de algunas redes sociales, las facilidades técnicas para formar grupos ha llevado a no pocas personas a entrar en algunos específicamente pornográficos[53]. Y sin tener que entrar en portales de ese tipo. Otros caen en manos de grupos que promueven el racismo, la violencia[54] o el terrorismo.

Según un estudio de 2007 de la Universidad de New Hampshire, en Estados Unidos cada mes hay más de 35 millones de visitas a páginas pornográficas. 
A inicios de diciembre de 2008, LibertadDigital.com reportó que la palabra “sexo”, en los buscadores de Yahoo.com, había sido uno de los tres términos más buscados durante ese año.

La facilidad para acceder a portales con esos contenidos supera la mera consideración teórica de cuestiones éticas; al constatar las consecuencias emocionales, psicológicas, físicas y relacionales de quienes caen en las redes de la pornografía, no se puede permanecer indiferente. Esto se acentúa todavía más en el caso concreto del ambiente familiar, y todo lo que ese ambiente supone y representa.

En septiembre de 2009, el Morality in Media, de Robert Peters, publicó un estudio titulado How Adult Pornography Contributes To Sexual Exploitation of Children (Cómo contribuye la pornografía adulta a la explotación sexual de niños). El informe ponía de manifiesto la amenaza que la pornografía suponía para los niños.

Uno de los fenómenos que están impactando negativamente a los jóvenes y, sobre todo, a los adolescentes es el así llamado sexting. El sexting consiste en el envío de imágenes o videos con contenido sexual a través del teléfono móvil o de la publicación de las mismas en perfiles o grupos de redes sociales. El contenido podría ser producido por el protagonista, de forma consentida incluso. El grado de inmoralidad es más penoso cuando el contenido fue robado, obtenido y dado a conocer sin el consentimiento del implicado.

2. AmistadEl tema de la “amistad” digital es otra asignatura pendiente. 
Inicialmente las redes sociales implicaban una amistad basada en relaciones de la vida real, específicamente en un ambiente académico universitario. Sin embargo, con las redes sociales disminuyen las relaciones “cara a cara” y se puede caer en el escollo de sustituirlas con relaciones sólo en ese medio. O lo que es lo mismo: tener muchos “amigos” en Internet y olvidarse de los que están a nuestro lado. Es verdad, usadas como oportunidad para consolidar o recuperar aquellas amistades que por la distancia o el tiempo se habían perdido, no pueden dejar de valorarse.

La “amistad digital” invita a considerar el riesgo grave de que computadoras, celulares y otros dispositivos, aíslen de las relaciones interpersonales apoyadas en encuentros reales e incluso de confundir una simple relación con una amistad auténtica. Además, una vinculación social-digital puede crear un exceso de dependencia de los otros o, sencillamente, hacer pasar la “amistad” por una mercancía. En no pocas ocasiones se reduce la “amistad” a “tener” a otro en la lista del propio perfil.

El término ‘amigos’ puede inducir a error, porque la relación no significa necesariamente la Amistad en el sentido cotidiano, y las razones para que las personas se conecten son diversas. Por tanto, se ha de tener cuidado de no banalizar el concepto y la experiencia de la amistad. Sería una pena que nuestro deseo de establecer y desarrollar las amistades on line fuera en deterioro de nuestra disponibilidad para la familia, los vecinos y quienes encontramos en nuestra realidad cotidiana, en el lugar de trabajo, en la escuela, o en el tiempo libre. 

3. Privacidad y ¿gratuidad?Hoy por hoy, jóvenes y adolescentes están habituados a decir, escribir, y presentarse a través de textos, mensajes, fotos y vídeos.
En la mayoría de las ocasiones no parecen conscientes de que aquello que escriben o cargan en la red, una vez publicado, es visible para todos e incluso se puede perder el control de dónde puede terminar la información.

El uso de las redes sociales logran que las personas hagan crónicas detalladas de sus experiencias de vida. En cierta forma, se trata de una renuncia a la privacidad puesta en manos de empresas con fines lucrativos cuyas ganancias dependen, en cierta forma, de la confianza de los usuarios que ponen en sus manos la “parte” de vida que “cargan” en la voluntariamente en la red social. Nunca antes tantas personas habían puesto al alcance de cualquiera tal cantidad de datos de tipo personal.

La publicidad en las pantallas de nuestros monitores nos recuerda que las redes sociales no son grupos filantrópicos sino empresas que buscan ganancias económicas. Los dueños de las redes sociales no hacen amigos, sino clientes.

Así, no es banal recordar que las plataformas más usadas se están convirtiendo en propiedad de compañías cuyo cometido es incrementar sus entradas de dinero. Si bien ofrecen un servicio, ¿quién es el propietario último de la información que libremente carga el usuario y qué disponibilidad pueden tener y hacer con ella? “Una vez que se introduce en la Red una información o mensaje, resulta altamente difícil retener el título de propiedad por parte del emisor. Los mensajes pueden ser tomados y transformados fácilmente de suerte que pierda el rastro de autoría original. Los legisladores dispensan a este tema una importancia capital. Hay piratas de ordenadores que se dedican a robar datos e informaciones en la Red como salteadores de bancos. ¿Quiénes custodian los bancos de datos? ¿Quiénes tienen acceso normal a ellos sin violar el secreto profesional correspondiente? ¿Cómo evitar el soborno o el asalto traidor a los mismos?”.

4. El factor pedagógico y el factor tiempo: Es necesaria una educación para comprender y disminuir el tiempo invertido en una red social. Una red social reclama una alta atención del usuario: “…Cualquier mensaje, foto o vídeo que introduce alguno de los amigos presentes en la red supone una llamada que con frecuencia es atendida con un intercambio de mensajes, de fotos o de vídeos. Cargar fotos y vídeos ya supone un cierto tiempo… y el reloj corre".
Considerando esto, nace espontáneamente una pregunta: ¿tiene un estudiante tiempo para ello? ¿En qué momento actualiza su perfil un trabajador?

Como parte del factor “educación”, es penoso encontrarse con un manejo realmente pobre del lenguaje que, de alguna forma, es reflejo de la pereza mental que estos medios pueden propiciar por la rapidez e inmediatez que implican. Por otra parte, entrar a navegar sin rumbo puede llevar a más de un triste naufragio.

5. Derechos de autor (tráfico de imágenes o vídeos)A través de las redes sociales, por su misma dinámica relacional entre personas, es posible compartir contenidos muchas veces al margen de quienes los producen o distribuyen legalmente.
Al considerar lo anterior, percibimos dos cosas:
1) por una parte tenemos lo que podríamos llamar “derechos de autor” sobre los contenidos que el mismo usuario produce (sus fotos, vídeos, textos, etc.)
2) aquellos contenidos ajenos que muchas veces el mismo usuario hace circular o recibe. 

Está claro que se puede disponer de aquello que se produce, mientras no atenta contra nadie más y sea bueno, pero no se puede disponer sin más de lo ajeno. El hecho de que se dé un masivo robo de propiedad intelectual (pensemos en la música o vídeos que se distribuyen o comparten), una democratización del delito, no es sinónimo de que no deba ser penado y mucho menos que esté bien. “La conducta delictiva en el otros contextos es también conducta delictiva en el ciberespacio”.

6. Mundo virtual no es mundo real… el aislamiento individualismoAl reflejar la identidad queda latente la posibilidad de crearse una representación artificial de uno mismo, de modo que se pueda parecer más “atractivo” para todos aquellos que están a la caza de “amigos” con especiales dotes físicas. Un perfil también puede ser ocasión para el narcisismo, el exhibicionismo y la superficialidad pues, para muchos, el deseo de aparecer como una persona socialmente atrayente, teniendo muchos “amigos” en las redes sociales, no deja de ser sintomático. Tampoco es extraño encontrarse con fotos retocadas que mejoran la apariencia usuario.

En todo caso, permanece abierta la tentación de hacer de una social network una ocasión para la construcción de un mundo paralelo que, además de alienar, podría hundir en la cohibición y en el aislamiento cada vez más radical de interacción social real a temperamentos débiles o más bien pobres en recursos para convivir y sociabilizar.


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